Ajo negro, curiosidades que querrás saber…
El ajo negro se obtiene del ajo común crudo, transformándose mediante fermentación natural en otro producto distinto.
Este proceso de fermentación se obtiene poniendo las cabezas de ajo en unas, ollas de cocción lenta u olla eléctrica de cocción de arroz, deshidratadora u horno a baja temperatura. El paso siguiente es mantenerlo a temperatura constante alrededor de 30 días, a 60ºC. Previamente se salan con agua de mar para mejorar sus condiciones de fermentado.
Al cabo de 30 días, los ajos habrán caramelizado, obteniendo su característico color negro, pero aun así es preferible dejarlos que fermenten fuera de la deshidratadora otros 40 días para que terminen de madurar.
Empleado como condimento en la cocina asiática, especialmente en Corea, se ha difundido por América del Norte y Europa.
El sabor del ajo negro es ligeramente dulce, algo ácido y muy unami, con ligeros toques a vinagre balsámico o aceto balsámico.
Un uso interesante del ajo negro es como ingrediente en el chocolate.
Las recetas con ajo negro son poco frecuentes en España. De hecho, al ser un producto asiático no suele estar disponible en el supermercado.
Sin embargo, gracias al proceso de maduración controlada que sufre repite menos y tiene una textura más blanda. “Por esta razón el ajo negro se puede incluso llegar a untar y prepararse como base de tostadas de pan con un sinfín de ingredientes. También se puede adicionar a las recetas más tradicionales en sustitución del ajo blanco o incluso consumirlo directamente ya que su olor y sabor son más agradables
El ajo contiene un gran número de aminoácidos, las unidades estructurales básicas que conforman las proteínas del organismo. Por eso es recomendable para la formación y reparación de huesos, articulaciones, tendones o ligamentos. Es especialmente rico en el aminoácido cisteína, con actividad antioxidante. Además el ajo negro aporta todos los aminoácidos esenciales, denominados así porque el cuerpo no es capaz de fabricarlos y debemos ingerirlos a través de la alimentación.
Y tú ¿los has probado alguna vez?