Beneficios del ajo en nuestro organismo II
La semana pasada dimos inicio al listado de beneficios que tiene para nuestro organismo el ajo. Indicamos que, desde hace muchos años, el ajo se utiliza por sus propiedades medicinales proporcionadas por un componente llamado alicina. A los beneficios del ajo para prevenir enfermedades cardiovasculares, regular la presión sanguínea y prevenir infarto, podemos añadir los siguientes.
Está confirmado científicamente que el ajo puede combatir enfermedades. Un estudio demuestra que la sustitución del placebo por el suplemento del ajo reduce el número de resfriados hasta en un 63% de los casos. Una cifra para nada despreciable.
¿Sabías que en tu cuerpo puede estar afectado por derivados de metales pesados? Por ejemplo, en una fábrica de baterías para coches, donde los trabajadores están expuesto al plomo, se realizó un estudio y se demostró que, en dosis elevadas, el ajo puede disminuir en un 19% el plomo en la sangre. También puede reducir los dolores de cabeza ocasiones por la toxicidad de estos metales.
Tienen beneficios también para la salud de nuestros huesos. Los años van pasando y pasan cuenta a nuestro cuerpo. Los huesos pierden estrógeno y esto conlleva la pérdida ósea. La ingesta de ajo y de cebolla hace que los niveles de estrógeno aumenten y llegue a mejore la salud de nuestros huesos.
Además mejoran el rendimiento atlético, reduce la fatiga provocada por la actividad deportiva, por lo tanto, contribuye en el rendimiento deportivo.
También hay estudios, pero está vez solo en roedores, en los que se puede apreciar los efectos longevos en la vida de estos animales. Es prácticamente imposible comprobar si dicho efecto también se produce en las personas, pero con este post y el anterior, hemos dejado constancia de que el consumo de ajos beneficia a muchas de las causas de enfermedades crónicas, así que si que tiene sentido afirmar que los ajos, mejorar la vida de las personas.