Cómo almacenar ajo y cebolla para que duren más durante el invierno
Almacenar correctamente el ajo y la cebolla es esencial para mantener su frescura y aprovechar sus beneficios durante el invierno, una temporada en la que estos ingredientes suelen ser indispensables en la cocina. Con unas sencillas recomendaciones, podrás evitar que se deterioren rápidamente y conservarlos por más tiempo.
En primer lugar, es importante mantener tanto el ajo como la cebolla en un lugar fresco, seco y bien ventilado. La humedad es su mayor enemigo, ya que puede causar moho o brotes prematuros. Una despensa oscura y con buena circulación de aire es el lugar ideal para almacenarlos. Evita guardarlos en bolsas de plástico o recipientes herméticos, ya que esto impide que respiren y acelera su descomposición.
Otra recomendación es mantener el ajo y la cebolla separados. Aunque ambos son básicos en la cocina, juntos pueden liberar gases que favorecen su deterioro. Puedes usar bolsas de papel perforadas o cestas abiertas para mantenerlos organizados y ventilados.
Si deseas prolongar aún más su vida útil, considera opciones como congelar dientes de ajo pelados o preparar cebolla picada y almacenarla en bolsas herméticas en el congelador. Con estos trucos simples, disfrutarás de ajo y cebolla frescos durante todo el invierno, listos para tus recetas favoritas.