Los tallos verdes de los ajos
Muchos de los platos que elaboras en la cocina en tu día a día seguramente llevan ajo entre sus ingredientes. Es uno de los alimentos que no puede faltar en la despensa de ningún hogar.
Por eso mismo, seguramente, en alguna ocasión te habrá salido en la cabeza de ajo un tallo verde y hayas decidido desecharlo pensando que se te había puesto malo. ¡ Nada, más lejos de la realidad!
Esa parte verde que observas en el ajo, es el germen del mismo y crece justo en el centro del diente de ajo. Este germen brota después de los tres meses desde la cosecha del ajo, pero también puede influir en su crecimiento las condiciones de conservación.
Para cocinar con estos ajos que les ha salido el germen, es necesario retirarlo puesto que puede influir en su sabor y llegar a amargar las comidas. Además es bueno retirar el germen para que el ajo sea más digerible.
Sin embargo, algunos cocineros prefieren dejar los tallos para potenciar el sabor del ajo, pero esto ya depende de los gustos de cada persona.
En definitiva, los ajos con germen son aptos para el consumo, pero si decides desecharlos, en lugar de tirarlos, puedes darles una nueva oportunidad y plantarlos en casa.